miércoles, 28 de mayo de 2014

LA BESTIA

      Y allí estaba aquella temible bestia: acechándome fieramente desde un rincón. En ese momento, el animal me lanzó un extraño objeto. Lo miré detenidamente. ¡No lo podía creer! Lo que me había arrojado esa temida e imponente bestia era un simple trozo de lana.
      Entonces, lo comprendí todo: sólo quería jugar.


                                                     



TRES DESEOS

    Un hombre caminaba por el bosque maldiciendo su mala fortuna, cuando de repente vio un extraño pájaro. Lo capturó pensando que lo podría vender por mucho dinero, pero en ese momento el pájaro dijo:
       -Buen hombre, si usted me suelta, le concederé tres deseos.     
   El señor, estupefacto, decidió aceptar la propuesta de aquel extraño ser. “Por fin la suerte me sonríe”, pensó, y soltó al pájaro.
     -Bien, querido genio, deseo ser más dulce, rico e irresistible hacia las mujeres.
    Entonces, el pájaro le convirtió en un pedazo de pastel de chocolate.




RISAS

     En un pequeño pueblo, había una niña que no cesaba de reír. Reía, reía y reía: por la mañana, por la tarde y por la noche. Entonces, un día, de tanto reírse se le acabaron las risas.

                                     


Susana Alapont Durá

2 comentarios:

  1. LA CASITA DE CHOCOLATE

    Extraviada, ingenua, por caminos
    que recorría por primera vez,
    me dejé seducir como una niña
    por aquella casita. Su tejado
    de chocolate, sus paredes dulces
    llenas de fresas, guindas y barquillos,
    las ventanas de azúcar transparente
    con los marcos de almendras y guirlache.
    Con los ojos y el alma empalagados,
    abandonada a aquel mundo de cuento,
    abrí la puerta de vainilla y menta
    sin mirar hacia arriba. Allí colgaba
    un bonito cartel de caramelo:
    "Dejad toda esperanza".

    Amalia Bautista, "Tres deseos (Poesía Reunida)", editorial Renacimiento, 2006

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  2. Enhorabuena a todos por el trabajo que habéis hecho y especialmente a Susana. Me encantan tus tres relatos. Pero por favor que no se te acaben las risas.

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